Ella, esa inalcanzable de visitas fugaces.
Besos con esencia amarga de humo y alcohol.
Pequeño eras esperando al abrigo de la luna
su retorno.
Aquel día, le dijiste te quiero y la abrazaste
con fuerza.
Te odio y apretaste un poco más.
Ahora otra luna ilumina tus manos,
miras las palmas arrugadas y
sus dos letras te la recuerdan.
MaMi, tu cuello estuvo en mis manos.
Te odio.
Te quiero.
El amor y el odio van de la mano. Las dos caras de la misma moneda. Los seres humanos somos plurivalentes, contradictorios, heroes y villanos.
ResponderEliminarNada se puede hacer al respecto.
Besos
Amor y odio de la mano, pero mejor en concentraciones dispares, si van al 50% los resultados pueden ser terribles.
EliminarYo por mi parte prefiero que los sentimientos vayan de uno en uno, lo más ordenaditos posible. :)
Un abrazo.
Aún recuerdo la última vez que dije "te odio, te quiero". El resultado es que la quería tanto que aún está en cada poro de mi ser. Y es muy probable que ambos observemos la misma luna y recordemos nuestros baños pretéritos en el Mar de la Tranquilidad.
ResponderEliminarUn beso.
Jaja!! Creo que nunca he dicho “te odio, te quiero”, lo más parecido sería “lo mato pero me lo como”
EliminarUn abrazo.