Te imagino ya en tu cama, recostado de lado, apoyado en la almohada con la espalda descubierta; tratando así de esquivar el calor.
Me imagino acercándome, recorriéndote con la mirada mientras mis dedos planean a un milímetro sobre tu piel. Te revuelves y sonríes entre sueños, yo también sonrío pues sé que tu espalda está deseando encontrarse con mi pecho.
Imágenes de verano I