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domingo, 16 de marzo de 2014

Cuando volvamos a acercarnos al sol.


Como un árbol joven y flexible,
puede soplar el viento y la tormenta,
seguir en pie ese es tu ser.

Crecer y crecer, hacía el lado más propicio.
Quiero y puedo, pero no todo a la vez.


 



Me tomo un descanso, para coger aire y carrerilla,

Para volver con las mismas ganas.
Seguiré comentando, así que solo es un “hasta luego”.

jueves, 6 de marzo de 2014

Noche, carretera.


No se puede:
correr,
y yo corro.


Huyendo de la gélida apnea que me quema por dentro,
sin escapatoria estoy
en la pista de salida del pie derecho.
El acelerador apretando,
con ese pie no, pero sí, siniestro.
 

No se puede:
beber,
y la petaca repleta de Johnnie Walker,
tintineando en mi costado.


Más que caminar, siguen cabalgando y rugen los 150 caballos a mis pies.
La furia nos espolea, ¡acelera, acelera!
Las líneas blancas en la carretera
son absorbidas por los tramos oscuros que generan las farolas.
¡Cabalga, Johnnie-Jon!


Lloviendo la pena que seca mis ojos,
ciega el parabrisas;
y el pensamiento a oscuras viaja,
anegado de desesperada y vacía desolación.


Cabalga en dirección prohibida:
no se puede pasar,
y yo paso, ciego, borracho de ira.


Te busco en dirección prohibida.
Quiero capturar el miedo dentro de tus ojos.
Acariciarlo, estrujarlo y lanzarlo contra ti.


Calmará mi rabia ciega, cuando estemos estampados en mil pedazos.
Te estoy buscando entre las miradas
desorbitadas de cada conductor que encaro.


Te estoy buscando y sé que te encontraré,
Encontraré tus ojos y no necesitaré palabras
para que sepas que la próxima vez no habrá
volantazo,
que desaparecerás de mi vida por tu voluntad o por la mía.
 

Separados en la tierra
o juntos hacia el infierno, nena, tu eliges.



6 de marzo, fecha políticamente incorrecta para publicar esto.
Es la primera vez que me planteo algo así.

Es un hombre el que conduce, pero podría ser una mujer.
Es una historia imaginada.
Solo sé una cosa, todo iría muuucho mejor si lxs que realmente hacen daño supieran canalizar su impotencia en letras y solo corrieran regeros de tinta.

Lo de las fechas no fue a propósito, lo vomité el 28 de diciembre del año pasado, hoy solo los retoques. Curiosa broma la de mí manía de posponer.