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domingo, 19 de enero de 2020

Niebla



La vida pasa rápido, dicen,  no hay que dejar pasar los trenes que paran en tu estación.

Eso dicen −no puedo evitar que las palabras de la poeta que resuenen en mi memoria “Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso …” −se cuelen en estas líneas.

Dicen, dicen… , deja que digan, las verdades de otros no valen para los unos ni para las unas, porque cada una tiene su verdad y yo la mía propia.

La vida no pasa rápido porque viaja en círculos, va y vuelve como las olas; no se pueden perder trenes ni personas, porque generalmente ellos y ellas también van en círculos, la gran mayoría de las veces vuelven. Vuelven cuando lo que tenían era bueno, vuelven porque nunca supieron por qué se fueron.

Creen que podrán volver a encontrar el camino a puerto, que el puerto o la estación siempre estarán en el mismo lugar.


El puerto está,  la estación también, la cuestión es si tendrán aire suficiente en los pulmones para poder disipar la bruma que el tiempo dejó en el camino.