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domingo, 19 de octubre de 2014

La Abnegada Esposa


“Muchas veces me he preguntado que es lo qué sentiría cuando él muriese, siempre pensé que la reacción sería de alivio, ya que su presencia boicoteaba continuamente mi orden; pero cuando por fin ha ocurrido, lo único que hay dentro de mí es vacío. Creo que, hasta lo voy a echar de menos”. Esta fue la única declaración de Anne Marie Hernando, tras ser detenida en la tarde del pasado lunes.






Una vecina nos advertía de que si este octubre no hubiera sido tan caluroso lo más probable es que nadie se habría dado cuenta, –estos pisos son tan fríos–, comentó la señora

El servicio municipal de limpieza de pozos sépticos entró en la casa de la acusada para solucionar un presunto problema en una tubería de la red de saneamiento. El insoportable tafo que invadió la comunidad el fin de semana hacía pensar que un caño se había desbordado dentro de la vivienda. Cuando accedieron al sótano se percataron de que el olor no pertenecía al reino de la alcantarilla, sino que procedía del cuerpo del Sr. M. Romero.

El tercer marido de Anne Marie llevaba desaparecido más de cuatro años, fuentes cercanas a la familia nos hablan de mala relación dentro del matrimonio, parece ser que ella es la típica persona cuadriculada, controladora, y rutinaria.

En la edición de mañana podremos darles más datos sobre el suceso y el extraño celo con el que Anne Marie fiscalizó la vida de su marido.






Foto en la web: http://www.dailymail.co.uk/news/article-2274401/Archaeologists-fascinating-quest-decipher-medieval-graffiti-scrawled-cathedral-walls.html

miércoles, 15 de octubre de 2014

Back to You


Hoy ha sido un día corriente, el sol no brilló,
ni las nubes consiguieron ocultarlo del todo;
a ratos el bochorno envolvió mis piernas para que,
luego el viento las refrescase.

Al final de este día después de que la lluvia haya mojado las calles
ahora, pasada la media noche, me siento feliz.

No trabajé demasiado, hice compras y recados pendientes,
charlé con dos buenos amigos. 
Y, cuando oscureció del todo primero Phill Collins y
después Tracy Capman, me acunaron y me dije
–este es un momento perfecto para escribir.


 
Y ... aquí estoy de nuevo,
contenta por poder lanzar hilos
 y enredarmecon todos los seres grandes
 que habitan dentro de todos vosotros,
no me fui del todo,
pero ahora quiero estar de nuevo
para brillar entre todas vuestras luces.

 
Me vuelvo a sentir pequeña y
nada más que algo pequeño quiero hacer: 
volver

 

domingo, 16 de marzo de 2014

Cuando volvamos a acercarnos al sol.


Como un árbol joven y flexible,
puede soplar el viento y la tormenta,
seguir en pie ese es tu ser.

Crecer y crecer, hacía el lado más propicio.
Quiero y puedo, pero no todo a la vez.


 



Me tomo un descanso, para coger aire y carrerilla,

Para volver con las mismas ganas.
Seguiré comentando, así que solo es un “hasta luego”.

jueves, 6 de marzo de 2014

Noche, carretera.


No se puede:
correr,
y yo corro.


Huyendo de la gélida apnea que me quema por dentro,
sin escapatoria estoy
en la pista de salida del pie derecho.
El acelerador apretando,
con ese pie no, pero sí, siniestro.
 

No se puede:
beber,
y la petaca repleta de Johnnie Walker,
tintineando en mi costado.


Más que caminar, siguen cabalgando y rugen los 150 caballos a mis pies.
La furia nos espolea, ¡acelera, acelera!
Las líneas blancas en la carretera
son absorbidas por los tramos oscuros que generan las farolas.
¡Cabalga, Johnnie-Jon!


Lloviendo la pena que seca mis ojos,
ciega el parabrisas;
y el pensamiento a oscuras viaja,
anegado de desesperada y vacía desolación.


Cabalga en dirección prohibida:
no se puede pasar,
y yo paso, ciego, borracho de ira.


Te busco en dirección prohibida.
Quiero capturar el miedo dentro de tus ojos.
Acariciarlo, estrujarlo y lanzarlo contra ti.


Calmará mi rabia ciega, cuando estemos estampados en mil pedazos.
Te estoy buscando entre las miradas
desorbitadas de cada conductor que encaro.


Te estoy buscando y sé que te encontraré,
Encontraré tus ojos y no necesitaré palabras
para que sepas que la próxima vez no habrá
volantazo,
que desaparecerás de mi vida por tu voluntad o por la mía.
 

Separados en la tierra
o juntos hacia el infierno, nena, tu eliges.



6 de marzo, fecha políticamente incorrecta para publicar esto.
Es la primera vez que me planteo algo así.

Es un hombre el que conduce, pero podría ser una mujer.
Es una historia imaginada.
Solo sé una cosa, todo iría muuucho mejor si lxs que realmente hacen daño supieran canalizar su impotencia en letras y solo corrieran regeros de tinta.

Lo de las fechas no fue a propósito, lo vomité el 28 de diciembre del año pasado, hoy solo los retoques. Curiosa broma la de mí manía de posponer.

 

viernes, 14 de febrero de 2014

Un viernes con viento sur. Pequeña declaración de intenciones


¿Se puede saltar hacia abajo?
¿Y bailar tumbada?
¿Existen los vampiros, los gnomos y los dragones?
¿Se puede viajar con los ojos cerrados?
¿Y vivir para adentro?
Si se quiere, se puede.




Y hoy, con los ojos cerrados bailo tumbada,
esperando a que el dragón vencido venga,
me lo llevaré cabalgando a las arenas del reino de Ishtar,
a guerrear contra el viento.
Todo y nada puede ser. 

miércoles, 8 de enero de 2014

En el tren




Peces haciendo el mismo recorrido.
Golpeando contra el cristal una y otra vez.


Gente viajando, haciendo el mismo recorrido.
Golpeados por los mismos errores una y otra vez.

miércoles, 1 de enero de 2014

.

Recuerdo perfectamente el día en que me encontré con Beñat, era martes y marcó el inicio del fin de mi declive.

Nos tropezamos por casualidad, lógica aplastante de los encuentros inesperados, justo en el centro de un paso de cebra, como cuando uno avanzaba el otro retrocedía decidimos recalcular la ruta y nos resguardamos del frío en una cafetería en la diagonal.

Lo que no recuerdo es el contenido del inicio de la conversación, supongo que sería el típico resumen plagado de tópicos y mentiras rápidas para ponernos al día. Después de retomar el hilo de nuestra amistad, comenzó a contarme sus logros de escalador, hablaba y hablaba sobre cumbres, piolets, mosquetones y vías, –ya sabe doctor, la colección de epopeyas que todo montañero, bueno o malo, disfruta contando.

Era fantástico verle, tan joven, tan alto, con ese brillo soñador en los ojos; hubo un momento, en el que la narración tornó hacia el lado jocoso, me explicaba un problemilla de un bravucón que, tras una broma de sus compañeros, acabó cabeza abajo y enredado con sus cuerdas. En ese momento oí que alguien reía, una gran carcajada desentonada.
¡Era mi risa! Esta alentó a mi amigo a contar y contar historias absurdamente hilarantes durante otra media hora más. Tras el café y aún con la sonrisa en los labios nos despedimos con el firme propósito de vernos más a menudo.

Caminé a casa mirando como mis pies empujaban el suelo, con el eco de mi risa resonando en los oídos y con una pregunta marcando el compás:
–¿Cuándo hace desde la última vez que reíste así? –No lo recuerdo, hace mucho ... demasiado– me contesté; la sonrisa de mi cara tomó una tangente hacia la amargura.



Al día siguiente cerré el bufete, vendí los coches, regalé el fondo y la superficie de mi armario. Con el último resquicio de valentía que me quedó, deje en adopción a mi perro Tales en casa de unos amigos.

Desde aquel miércoles comencé a vivir aspirando a fondo cada segundo, diciendo verdades y mentiras sin cortapisas y sobre todo, riendo lo más posible de todo y de ... todos.

Han pasado unas semanas desde que estoy  aquí y he aprendido la lección: esto último, lo de reír, no es algo que guste. Ahora sé que debo hacerlo más bajito, que a los tristes les molesta.
En cuanto salga, así lo haré.

Tonpoi kalea, Bermeo 25-04-2007