Una vez más se me ha escapado la hora prudente de ir a dormir, la que todos los días me propongo y nunca cumplo.
He estado trasteando en algunos blogs y en el mío propio. Lo de trastear en los de los demás no es una actividad continua, pero sí que me dedico a ella de vez en cuando.
En el mío no suelo mirar y, hoy cuando he entrado, me ha entrado la nostalgia. Y se ha encendido el deseo de volver a escribir, de volver a perder el tiempo, sí, pero perderlo escribiendo.
Y así me doy cuenta de que esto es una incoerencia, porque si estoy aquí escribiendo y perdiendo el tiempo, pero luego las letras van a quedar guardadas, ya no se han perdido y si no se han perdido eso quiere decir que tampoco perdí el tiempo que use en teclearlas.
Me ha gustado volver.
Buenas noches.
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