Cuando es noche cerrada, tú.
Cuando las olas golpean incansables, tú.
En el crepúsculo, frente al sol, tú.
Tomas mi mano y me iluminas, me conduces a la sabiduría, a
la paz y si necesario fuera también a la guerra. Tú ama, la que siempre ha
estado ahí, antes de las eras y de los tiempos, tú.
Señora azul, estrella guía, por encima de los cielos, entre
los saltos de las olas.
Tú la luz, tú la fuerza, tú mi yo y mi tú, juntas, juntas, desde siempre, cuidando, acariciando, abrazando fuerte el
timón frente los temporales, los de ultramar, los esperados y los desesperados,
los del hogar.
Aquí y ahora: tú - YO.