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lunes, 5 de abril de 2021

Sencillez la proporción de la belleza

 

     Vestida por un cono de cremoso blanco ondulante rodeando un corazón dorado que espera a cubrirse de nácar, mas que flor es belleza de líneas.

      Triunfales resaltando sobre un mar de verde rutilante, así crecían durante las eternas primaveras de mi infancia. Por ser tan grande el volumen que ocupaban junto a la acequia por malas hierbas yo las tenía, me distraía su exuberancia, parece que la abundancia nos esconde el verdadero valor de las cosas.

 

     Pero algo aprendí, porque hoy no puedo dejar de parare a admirarlas cada vez que las veo. Este año es un admirar continuo: crecen esplendorosas, están por doquier y lucen luminosas, altaneras en parques, caminos, caseríos; en los rincones más dispares me regalan la vista, me sorprenden con su elegancia.

     Ellas son así: verde, blanco y oro, tres colores en perfecta proporción.





domingo, 31 de enero de 2021

Una Piedra

 

Esta mañana, al despertar, encontré una piedra en la cama; estaba cerca de mi mano izquierda y el contacto con sus delicadas aristas fue lo que me sacó del sueño.

No es algo tan raro, me diréis los que conocéis el cabecero de mi cama, puesto que en uno de sus lados atesoro piedras y piedritas de distintos tamaños.

Y es eso, precisamente, lo que he pensado cuando me la he encontrado: “se habrá caído de arriba”. Pero, no. Esta piedra no es una de las que componen mi colección vital, todas mis piedras son redondeadas, hijas de la erosión del mar o de algún río.

Esta piedra es sílex tallado, pero no con demasiada fortuna, de tal manera que ha quedado en un medio camino entre la piedra anodina y la herramienta.

Hallarla en el momento de la transición entre el sueño y la vigilia ha convertido su encuentro en un evento, algo digno de mención.

No lo había considerado hasta ahora, pero lo cierto es que una de las múltiples ventajas de vivir en una casa compartida es que existe la posibilidad de que alguien decida dejarte un sílex semitallado a como anónima ofrenda.

En estos tiempos tan anodinos cualquier novedad, por sencilla que parezca, se convierte en un soplo de aire fresco. Cualquier disonancia que saque a nuestra mente del letargo es un obsequio.

Ahora, siempre que el tedio me abruma recorro las aristas de la piedra y fantaseo con encontrar a su portador.




sábado, 2 de enero de 2021

Milo y Pelirrojo

 Como cada día a esa hora caminaba con paso ligero dejando que el viento retirase de su mente los últimos pensamientos ligados a la oficina y al trabajo. El tramo de parque que la separa del garaje a su casa representa el camino de regreso al hogar, es ese rato en el que transita caminando en modo piloto automático, dejando que sus pensamientos se deslicen libres, imaginando cómo discurrirán las próximas horas.

Iba contenta, tenía una cita esa tarde y la estaba recreando mentalmente. Justo antes de girar para subir la escalera algo hizo que mirase hacia su izquierda: había dos pares de ojos observándola atentamente.

Formaban una extraña pareja, la pequeñez del uno le daba aires de grandeza al otro, el pecho encarnado del otro resaltaba la negrura del uno.

−Hola chicos! –dijo saludándolos con una amplia sonrisa.

Ser el objeto de la curiosidad de tan distinguidos siempre es agradable . Lástima que además de bellos, también eran tímidos y asustadizos; en un visto y no visto desaparecieron entre las ramas de un arbusto, aunque los muy bribones seguían observándola con descaro.

Esto tiene que ser una señal−pensó para sí− mis dos pájaros favoritos juntos y observándome, esta tarde va a ser la tarde en la que todo puede suceder.


                Hay veces en las que el encuentro más mínimo se convierte en un evento, un pequeño suceso que hace que el resto de un día anodino se convierta en algo extraordinario, puede encauzándonos hacia una corriente favorable.